A la mañana
siguiente me levante con el despertador que marcaba las 6:00am, me apresure a
alistarme para ir a clases , ya lista para salir escuche cuando tocaron la puerta a lo cual supuse era Ailen
que aun no había regresado de correr, pero al abrir la puerta descubrí a Mayra la
prefecta.
-Lían- me
llamo.
-Lía- le corregí
con un tono reservado.
-lo que
sea- me respondió entre dientes.
-¿perdón?-
le espete.
-que la
señorita Caparella desea verte, sígueme- se dio la vuelta haciendo que su pelo
rizado y teñido me diera en la cara, sin otro remedio la seguí apretando los
puños para no perder los estribos, de camino a dicha oficina intente
tranquilizar mi enojo, pero una parte de mi quería canalizarlo, pero en su
cara. “no vale la pena” me repetí durante
el resto del camino, al llegar la puerta estaba abierta y desde afuera se podía
ver lo resplandeciente que la oficina era, la que parecía la directora estaba
sentada a el otro lado de el escritorio organizando unos papeles.
-oh, Lía,
pasa querida- dijo amablemente, al entrar la puerta se serró detrás de mi.
-perdón por
no haberme presentado antes, como ves he estado muy ocupada y no me ha dado
tiempo, soy Dyan Caparella, tu nueva directora- se presentó tendiéndome su mano
la cual estreche con la mía.
-¿Cómo te
ha ido?- pregunto cordialmente.
-aun sigo
incorporándome, ¿para que me necesita?- fui directo al grano.
- lo que
pasa querida, es que tu madre esta preocupada por ti y me dijo que le gustaría
que la llamaras para informarle como has estado – asentí y eché un vistazo por el librero que ocupaba
gran parte de la oficina, a las cortinas doradas que se colocaban perfectamente
en las ventanas que hacían entrar
proporcionalmente luz en la habitación, y ya para poder retirarme me despedí y salí
hacia la segunda clase (que era biología)
pues me había perdido la primera por estar con la directora.
-¿por que
no entraste a la primera clase?- me pregunto Ailen, con su muy propio tono
interrogativo.
-la
directora me mando llamar- le respondí
acordándome de lo perra que había sido Mayra
-por cierto
esa tal Mayra es una completa idiota- le
dije a Ailen para después contarle lo que había pasado cuando fue a nuestro
cuarto a buscarme para llevarme a la oficina de la directora y ella rio
diciendo “la hubieras golpeado, se lo tenia mas que merecido” aun riendo me de
su comentario le había dicho “créeme que ganas no me faltaban”.
Estábamos
en la biblioteca con Lis y Sara haciendo lo que debían ser nuestros
deberes mientras escuchábamos la
historia de cuando Lis y Ailen se habían conocido en una competencia en la que
habían empatado en el primer lugar.
cinco
minutos antes de el toque de queda ya estábamos en el cuarto preparadas para
dormir, en menos de tres minutos mi compañera ya se había dormido todo lo
contrario que yo, que seguía dando vueltas en la cama, después de media hora
sin poder dormir decidí dar un paseo me
apresure a cambiarme y agarre lo primero que encontré en el armario que
consistía en un short y una blusa de
tirantes color negro, cuando me dispuse a abrir la puerta recordé que ya había
pasado el toque de queda así que decidí
salir por la ventana .
Ya fuera me
encamine hacia el bosque, mientras mas avanzaba mas espesos se hacían los arboles,
llevaba quince minutos caminando entre
los arboles cuando visualice a lo lejos un lago, corrí hacia el y cuando estaba
a punto de meterme a nadar escuche un ruido, al girar hacia el ruido lance un
grito ahogado.
-me
asustaste- le reclame a el chico que se encontraba recargado en un árbol, acercándome para ver quien era, al
acercarme vi su cabello negro (sin duda era Eliam, pero, ¿Qué hacia aquí?), sus
intensos ojos, que sonreía al ver mi
cara de susto, lo fulmine con la mirada lo que solo le hizo reír por lo bajo,
así que desvié la mirada indignada.
-no te lo
tomes a mal- dijo mientras buscaba mi
mirada, así que me di la vuelta aun enojada y cuando me dispuse a caminar hacia el lago sentí como me
tomaban por el brazo, Eliam tomo mi brazo de tal manera que hizo que quedáramos
frente a frente -lo siento en verdad-
dijo, al encontrarme con sus ojos me di cuenta de que era sincero, sus ojos eran oscuramente salvajes
y su tacto quemaba en la piel de mi brazo, su cara a centímetros de la mía, podía
oler su fresco aroma.
-¿te gusta
nadar?- preguntó mientras zafaba mi brazo he iba hacia el lago, sacudí mi
cabeza.
-mm…mm… si-
respondí y una gran idea cruzo mi mente.
Corrí hacia el lago “ay” exclame desde el suelo a la orilla de el lago.
-¿te
encuentras bien?- cuando se acercó lo suficiente tire de el hacia el lago.
-tenia que
cobrármelas- me reí por lo bajo, le tendí una mano para ayudarle a salir, el la
tomo y tiro de ella haciendo que callera, aprovechando que estaba cayendo me
agarre a sus hombros para hundirlo en el agua, al ver que no salía me acerque, algo me jalo, nade a la superficie y le moje
la cara.
-una
carrera de vuelta- se fue nadando mientras yo lo seguía por detrás, cando por
fin logre llegar a la orilla el ya estaba sentado afuera, me ayudo a subir
sujetándome por la cintura lo cual me tomo por sorpresa he hizo que diera un
respingo y que mi cuerpo se estremeciera levemente.
-¿Cómo se
supone que entraras? – me pregunto.
-
justamente como salí- le respondí en un tono un poco soberbio y tenia que
admitirlo un poco atrevido.
- me
gustaría ver eso- dijo con una pizca de incredulidad que adornaba su cara y me acompaño
durante todo el camino de regreso hacia los dormitorios de las chicas. Ya a
pocos centímetros de el cuarto que compartía con la que se había convertido en
mi mejor amiga en este lugar me dispuse a
trepar asta la ventana de mi habitación mientras sentía la mirada de Eliam en mis espaldas observando
todos y cada uno de mis movimientos, (casi apostaría a que pensaba que me
caería), ya dentro me despedí, serré la ventana, lo vi alejarse, me puse el
pijama y mientras me subía a la parte de arriba de la litera la cual era mi
cama, sentí que alguien me observaba.
-¿Dónde
estabas?- me sorprendió Ailen haciéndome dar un respingo que casi hace que me caiga.
-fui a dar
un paseo, sinceramente necesitaba un poco de aire fresco y decidí salir por un
rato- le respondí tranquilamente
-¿Por qué
traes el cabello tan mojado?- me cuestiono como si estuviéramos en algún tipo
de interrogatorio de la policía o algo por el estilo.
- me caí en
el lago- le respondí y pronto a mi mente llegaron recuerdos de lo bien que me
lo había pasado con Eliam y eso ultimo hizo que me ruborizara levemente.
-¿estabas
sola? ¿Por qué no me llamaste? ¿Tan lejos fuiste? ¿Qué, no es muy peligroso?-
me ataco con sus preguntas a las cuales no me daba tiempo de responder pues
decía una tras otra como si no hubiera un mañana y estaba empezando a marearme
con todo su bombardeo de preguntas.
- duerme,
estoy cansada, te prometo que mañana te responderé todo- le corte en tono de
respuesta para que parara con su bombardeada de preguntas, con un bostezo me
recosté suavemente en la almohada, me cubrí con la primera manta que estuvo a
mi alcance y me quede profundamente
dormida a causa de el agotamiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario