martes, 11 de noviembre de 2014

Capitulo 3

A la mañana siguiente me levante con el despertador que marcaba las 6:00am, me apresure a alistarme para ir a clases , ya lista para salir escuche cuando  tocaron la puerta a lo cual supuse era Ailen que aun no había regresado de correr, pero al abrir la puerta descubrí a Mayra la prefecta.
-Lían- me llamo.
-Lía- le corregí con un tono reservado.
-lo que sea- me respondió entre dientes.
-¿perdón?- le espete.
-que la señorita Caparella desea verte, sígueme- se dio la vuelta haciendo que su pelo rizado y teñido me diera en la cara, sin otro remedio la seguí apretando los puños para no perder los estribos, de camino a dicha oficina intente tranquilizar mi enojo, pero una parte de mi quería canalizarlo, pero en su cara. “no vale la pena” me repetí  durante el resto del camino, al llegar la puerta estaba abierta y desde afuera se podía ver lo resplandeciente que la oficina era, la que parecía la directora estaba sentada a el otro lado de el escritorio organizando unos papeles.
-oh, Lía, pasa querida- dijo amablemente, al entrar la puerta se serró detrás de mi.
-perdón por no haberme presentado antes, como ves he estado muy ocupada y no me ha dado tiempo, soy Dyan Caparella, tu nueva directora- se presentó tendiéndome su mano la cual estreche con la mía.
-¿Cómo te ha ido?- pregunto cordialmente.
-aun sigo incorporándome, ¿para que me necesita?- fui directo al grano.
- lo que pasa querida, es que tu madre esta preocupada por ti y me dijo que le gustaría que la llamaras para informarle como has estado – asentí  y eché un vistazo por el librero que ocupaba gran parte de la oficina, a las cortinas doradas que se colocaban perfectamente en las ventanas que  hacían entrar proporcionalmente luz en la habitación, y ya para poder retirarme me despedí y salí hacia la segunda clase (que era  biología) pues me había perdido la primera por estar con la directora.
-¿por que no entraste a la primera clase?- me pregunto Ailen, con su muy propio tono interrogativo.
-la directora  me mando llamar- le respondí acordándome de lo perra que había sido Mayra
-por cierto esa tal Mayra es una completa idiota-  le dije a Ailen para después contarle lo que había pasado cuando fue a nuestro cuarto a buscarme para llevarme a la oficina de la directora y ella rio diciendo “la hubieras golpeado, se lo tenia mas que merecido” aun riendo me de su comentario le había dicho “créeme que ganas no me faltaban”.
Estábamos en la biblioteca con Lis y Sara haciendo lo que debían ser nuestros deberes  mientras escuchábamos la historia de cuando Lis y Ailen se habían conocido en una competencia en la que habían empatado en el primer lugar.
cinco minutos antes de el toque de queda ya estábamos en el cuarto preparadas para dormir, en menos de tres minutos mi compañera ya se había dormido todo lo contrario que yo, que seguía dando vueltas en la cama, después de media hora sin poder dormir decidí dar un  paseo me apresure a cambiarme y agarre lo primero que encontré en el armario que consistía en un short  y una blusa de tirantes color negro, cuando me dispuse a abrir la puerta recordé que ya había pasado el toque de queda  así que decidí salir por la ventana .
Ya fuera me encamine hacia el bosque, mientras mas avanzaba mas espesos se hacían los arboles, llevaba quince  minutos caminando entre los arboles cuando visualice a lo lejos un lago, corrí hacia el y cuando estaba a punto de meterme a nadar escuche un ruido, al girar hacia el ruido lance un grito ahogado.
-me asustaste- le reclame a el chico que se encontraba recargado en  un árbol, acercándome para ver quien era, al acercarme vi su cabello negro (sin duda era Eliam, pero, ¿Qué hacia aquí?), sus intensos ojos,  que sonreía al ver mi cara de susto, lo fulmine con la mirada lo que solo le hizo reír por lo bajo, así que desvié la mirada indignada.
-no te lo tomes a mal- dijo  mientras buscaba mi mirada, así que me di la vuelta aun enojada y cuando me  dispuse a caminar hacia el lago sentí como me tomaban por el brazo, Eliam tomo mi brazo de tal manera que hizo que quedáramos frente a frente  -lo siento en verdad- dijo, al encontrarme con sus ojos me di cuenta de  que era sincero, sus ojos eran oscuramente salvajes y su tacto quemaba en la piel de mi  brazo, su cara a centímetros de la mía, podía oler su fresco aroma.
-¿te gusta nadar?- preguntó mientras zafaba mi brazo he iba hacia el lago, sacudí mi cabeza.
-mm…mm… si- respondí  y una gran idea cruzo mi mente. Corrí hacia el lago “ay” exclame desde el suelo a la orilla de el lago.
-¿te encuentras bien?- cuando se acercó lo suficiente tire de el hacia el lago.
-tenia que cobrármelas- me reí por lo bajo, le tendí una mano para ayudarle a salir, el la tomo y tiro de ella haciendo que callera, aprovechando que estaba cayendo me agarre a sus hombros para hundirlo en el agua, al ver que no salía me acerque,  algo me jalo, nade a la superficie y le moje la cara.
-una carrera de vuelta- se fue nadando mientras yo lo seguía por detrás, cando por fin logre llegar a la orilla el ya estaba sentado afuera, me ayudo a subir sujetándome por la cintura lo cual me tomo por sorpresa he hizo que diera un respingo y que mi cuerpo se estremeciera levemente.
-¿Cómo se supone que entraras? – me pregunto.
- justamente como salí- le respondí en un tono un poco soberbio y tenia que admitirlo un poco atrevido.
- me gustaría ver eso- dijo con una pizca de incredulidad que adornaba su cara y me acompaño durante todo el camino de regreso hacia los dormitorios de las chicas. Ya a pocos centímetros de el cuarto que compartía con la que se había convertido en mi mejor amiga en este lugar me dispuse a  trepar asta la ventana de mi habitación mientras sentía  la mirada de Eliam en mis espaldas observando todos y cada uno de mis movimientos, (casi apostaría a que pensaba que me caería), ya dentro me despedí, serré la ventana, lo vi alejarse, me puse el pijama y mientras me subía a la parte de arriba de la litera la cual era mi cama, sentí que alguien me observaba.
-¿Dónde estabas?- me sorprendió Ailen haciéndome dar un respingo que casi hace que  me caiga.
-fui a dar un paseo, sinceramente necesitaba un poco de aire fresco y decidí salir por un rato- le respondí tranquilamente
-¿Por qué traes el cabello tan mojado?- me cuestiono como si estuviéramos en algún tipo de interrogatorio de la policía o algo por el estilo.
- me caí en el lago- le respondí y pronto a mi mente llegaron recuerdos de lo bien que me lo había pasado con Eliam y eso ultimo hizo que me ruborizara levemente.
-¿estabas sola? ¿Por qué no me llamaste? ¿Tan lejos fuiste? ¿Qué, no es muy peligroso?- me ataco con sus preguntas a las cuales no me daba tiempo de responder pues decía una tras otra como si no hubiera un mañana y estaba empezando a marearme con todo su bombardeo de preguntas.

- duerme, estoy cansada, te prometo que mañana te responderé todo- le corte en tono de respuesta para que parara con su bombardeada de preguntas, con un bostezo me recosté suavemente en la almohada, me cubrí con la primera manta que estuvo a mi alcance  y me quede profundamente dormida a causa de el agotamiento.

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